El mercado hipotecario chileno vive uno de sus momentos más favorables de los últimos años. Tras un periodo marcado por tasas altas y restricciones crediticias, el escenario comenzó a revertirse con una baja sostenida en las tasas de interés durante los últimos meses. Este descenso está siendo interpretado por expertos como una señal clara:
quienes estaban esperando el momento oportuno para comprar vivienda, hoy tienen una ventaja concreta frente al promedio del último ciclo inmobiliario.
Las tasas hipotecarias más bajas implican un efecto directo en el bolsillo: un dividendo mensual más bajo, mayor capacidad de endeudamiento y, en muchos casos, acceso a viviendas de mejor estándar sin aumentar el riesgo financiero personal. En paralelo, los bancos han comenzado a flexibilizar ciertas condiciones y los programas estatales de apoyo, como el Subsidio al Dividendo y el FOGAES 2.0, están impulsando aún más este escenario positivo.
En este contexto, los proyectos de ICAFAL en La Florida, Valparaíso y San Pedro de la Paz se vuelven especialmente atractivos.
Los proyectos Tempo —Tempo Inés, Tempo Trinidad, Tempo Mackenna y Tempo Carrera— permiten que una persona acceda a ubicaciones de alta demanda con cuotas mensuales hoy más accesibles.
Vista Cerro Larraín, en Valparaíso, se posiciona como una alternativa atractiva para estudiantes, funcionarios públicos o quienes buscan invertir aprovechando el alza del arriendo en la zona.
Terralta Andalué, en Concepción, combina plusvalía, entorno natural y departamentos listos para habitar.
Comprar en un escenario de tasas más bajas no solo significa pagar menos: significa asegurar precio, ubicación y futura plusvalía en un momento en que el mercado vuelve a despegar.