El proyecto que crea el subsidio al dividendo y fortalece las garantías estatales (FOGAES) ha concentrado la atención pública: su diseño busca reducir el costo de financiamiento de las viviendas nuevas y, en paralelo, mejorar el acceso al crédito para sectores medios. Parte del debate público ha girado en torno a la posibilidad de extender el alcance del subsidio a viviendas cuyo valor supere las 4.000 UF; por ahora esa inclusión es objeto de discusión y ajustes regulatorios.
¿Qué significa esto para los compradores? En la práctica, la combinación entre un subsidio a la tasa y una mayor cobertura de garantía estatal puede traducirse en reducciones significativas del dividendo mensual y en mejores condiciones de acceso al crédito. Para los proyectos de ICAFAL que están dentro del rango establecido por la normativa (por ejemplo Tempo Mackenna, Tempo Inés y Tempo Trinidad en La Florida), esto supone una oportunidad para que más familias concreten la compra con cuotas sustancialmente más bajas. Para proyectos de mayor valor —como Terralta en Andalué— el debate acerca de ampliar el umbral de cobertura es relevante porque podría abrir nuevas opciones de subsidio para unidades que hoy quedan fuera del beneficio.
En resumen: la evolución del marco legal (y su eventual extensión) será determinante para ampliar la base de compradores que pueden acceder a condiciones ventajosas; mientras tanto, quienes están dentro del rango actual tienen una oportunidad concreta para aprovechar los instrumentos vigentes.