Una de las razones más comunes por las que muchas personas creen que no pueden comprar una propiedad es porque su renta individual no alcanza para acceder a un crédito hipotecario. Sin embargo, existe una solución concreta y real: complementar renta.

¿En qué consiste? En que puedes sumar tu renta con la de otra persona —ya sea tu pareja, tus padres, un hermano o incluso un amigo, según políticas de la institución financiera que otorgue el crédito — para calificar al monto requerido. De esta forma, se amplía tu capacidad de financiamiento y puedes acceder a proyectos que antes parecían fuera de tu alcance.

En ICAFAL, este beneficio puede aplicarse en varios de nuestros proyectos, especialmente en aquellos con entrega inmediata como Tempo Mackenna, Tempo Inés y Tempo Trinidad, ubicados en sectores de alta conectividad y con valores que permiten este tipo de financiamiento compartido.

Algunas claves que debes saber:

  • La propiedad queda a nombre de ambos compradores.
  • Ambos deben cumplir con los requisitos que exige el banco (perfil financiero, historial).
  • Puedes complementar con alguien de tu confianza, no necesariamente con tu pareja.

Además, complementar renta también puede ser una excelente estrategia si estás buscando invertir en conjunto con otra persona. Compartir la inversión, el crédito y los beneficios, como arriendos o plusvalía, puede hacer toda la diferencia.

Consulta con nuestros ejecutivos para saber cómo aplicar esta modalidad en tu caso particular.